lunes, 29 de octubre de 2007

sábado, 27 de octubre de 2007

¿Quién le pone el cascabel al gato?


Para muchos la Internet es una suerte y para otros, una verdadera pesadilla. Allí la información se reproduce con una velocidad que difícilmente hubiésemos imaginado varios años atrás. Porque es la información unida a la velocidad la que nos puede tender una mano en la eterna caída en el pozo de la ignorancia. Es cierto que hay de todo y que, por ende, hay que ser sumamente cauto. Pero no menos cauto que cuando leemos un texto de historia preparado “a la carte” para recitar en las escuelas o cuando escuchamos un noticiero comprado por el gobierno de turno. En otro orden de cosas, la gente, por lo general es reacia a los cambios. La gente, por lo general, escucha devotamente lo que quiere que le cuenten. Le gusta que le endulcen los oídos. La gente es pasiva. Y esa pasividad hace que crezca su vulnerabilidad. Descartes, hace ya mucho tiempo atrás, dijo que a quienes buscáramos la verdad nos sería fundamental que dudásemos, aunque fuese una vez en la vida, de todo. Y esto no significa cambiar drásticamente de opinión, o destruir la figura o la teoría de un plumazo, sino analizar a conciencia los que nos han venido inculcando por décadas, casi como un catecismo. Podría ocurrir, incluso, que después de un análisis concienzudo volviésemos a estar en el punto de partida.

Hace un tiempo atrás accedí a una página en la web, y entre toda la información leí una carta de queja que el escritor y director de cine cubano residente en los Estados Unidos Agustín Blázquez, le había mandado a la directora del Servicio a la Audiencia del canal 26, porque mientras disfrutaba del programa Viewer Favorites, se sintió ofendido por el cantante Eric Burton, integrante del legendario grupo The Animals, cuando éste cantó en un segmento ataviado con una remera con la foto del Che. Blázquez, quien dice conocer muy bien al Che y no duda en calificarlo como un asesino de masas quien fusiló sin juicio previo en La Cabaña en la Habana y en Sierra Maestra antes de 1959, le recrimina a la Directora el mal uso de la televisión educativa pública y la total falta de respeto a las víctimas del Che y a la comunidad cubana norteamericana que vive en los Estados Unidos. Según Blázquez, si Burton se hubiese aparecido con una remera de Hitler, seguramente no lo habrían dejado actuar para no ofender a las víctimas del Holocausto. No contento con su exposición, agregó una carta abierta que le enviara el 25 de marzo de 2005 el reconocido clarinetista cubano Paquito D´Rivera al genial músico –y más familiar para nosotros- Carlos Santana, y que, junto con lo que le acabo de contar, me ha hecho reflexionar profundamente.

Y no es para menos. En estas épocas que corren, puede que no todo lo que se nos presenta sea lo que parece ser. Por eso yo practico la duda. Y me hace sentir bien. Aunque, queridos amigos, siempre habrá un ejército agazapado del lado de enfrente. Vamos con el texto.

Me enteré por nuestro amigo Raúl Artiles que pronto te presentarás en Miami; cosa que me parece poco recomendable, ya que no hace mucho cometiste la torpeza de aparecerte en los Oscar Awards luciendo con orgullo un enorme crucifijo sobre una camiseta con la esteriotipada y arcaica imagen del Carnicerito de la Cabaña, que es como conocen al Che Guevara los cubanos que tuvieron que sufrir tan lamentable personaje en dicha prisión.

Uno de estos cubanos fue mi primo Bebo, preso allí precisamente por ser cristiano. Él me cuenta siempre con amargura cómo escuchaba desde su celda en la madrugada los fusilamientos sin juicio de muchos, que morían gritando ¡Viva Cristo Rey!

El guerrillero de la boinita estrellada es algo más que esa ridícula película de la motocicleta1, mi famoso colega; y combinar a Cristo con el Che Guevara es como entrar a una sinagoga con una Swástica colgando del cuello; y es además una bofetada en el rostro de los jóvenes cubanos de los años 60, que tenían que esconderse para escuchar tus discos de "música imperialista", según definían el Rock & Roll en la jerga del mismísimo atorrante argentino y sus secuaces.

Perdona que te escriba en español, pero es que no creo que tenga suficientes palabras en inglés para expresar mi indignación ante tu irresponsable actitud. Y créeme que a pesar de todo, como artista te deseo buena suerte, porque la necesitarás, Carlos… sobre todo en Miami.

¿Y ahora? Creo que en los tiempos que corren definir la Vida desde la izquierda o desde la derecha , es estúpido. Y también creo que unido esto a todos aquellos que pretenden acceder a la categoría de "artistas" creando Bellas Artes, donde la Vida está por encima de todo, no solamente es estúpido sino peligroso. Para redondear. Alguien comentó como al pasar que... Hay responsabilidades públicas que no es posible eludir: una de ellas es transmitir a las generaciones jóvenes una versión veraz de los hechos del pasado, que evite distorsiones fáciles y mitomanías engañosas. Sería bueno ponerlo en práctica de una vez por todas para no darle letra a los que terminan diciendo, entre otras cosas y con cierta cuota de verdad, que los pendejos y los viejos un poco o del todo chotos se ponen tal o cual remera o adscriben a tal o cual ideología política oprimida para hacer quilombo o, simplemente, porque es irresistiblemente “cool”.

Nota 1: Según Jaime Costas dijo hace poco durante la presentación de su libro de memorias que el Che “no sabía andar en moto” Costas sabe esto porque participó in 1953 en el fallido asalto a los cuarteles de la Moncada y en la expedición Granma junto al Che Guevara, Castro y su hermano Raúl para infiltrarse en Cuba y pelear contra Batista.

sábado, 20 de octubre de 2007

Terra Australis o el lugar ideal

El primero en hablar de Terra Australis fue Aristóteles. Esta idea la extendió Ptolomeo, un cartógrafo griego en la primera centuria después de Cristo, quien creyó que el Océano Indico estaba encerrado en el sur por tierra. Cuando, durante el Renacimiento, Ptolomeo se transformó en la principal fuente de información para los cartógrafos europeos, esta masa de tierra comenzó a aparecer en los mapas. Aunque los viajes de descubrimiento a veces reducían el área hasta donde podía encontrarse el continente, los cartógrafos continuaron dibujándola en sus mapas y los científicos discutiendo su existencia con argumentos tales como que efectivamente debería haber una masa de tierra en el sur como contrapeso a las masas ya conocidas en el hemisferio norte. Por lo general, esta porción de tierra se la mostraba como un continente alrededor del Polo Sur, pero mucho más grande que la actual Antártida, extendiéndose más hacia el norte, en particular en la zona del Océano Pacífico. Nueva Zelanda, descubierta por Abel Tasman en 1642, se la consideró como parte de este continente al igual que África y Australia.

La idea de Terra Australis (siempre hay alguien dispuesto a pinchar globos) fue finalmente corregida por James Cook. En su primer viaje circunnavegó Nueva Zelanda, demostrando que no podía ser parte de un gran continente. En su segundo viaje circunnavegó la tierra a una latitud al sur más alta, cruzando en algunos lugares el Círculo Polar Antártico, demostrando que ningún continente con el tipo de clima como se había pensado con anterioridad podía existir en las frías áreas polares.

Y bueno, me dije, si Terra Australis no existe, por mi propio bien y por el bien de aquellos que deseen compartir la experiencia, tendré yo mismo que crearla... o recrearla.

Lo siguiente se lo dedico a James Cook in memorian

Sentí que Adelina, mientras observaba al Perla Roja cruzar en diagonal en busca de la ribera de enfrente, recordaba ese día en el Rama Negra, en el Tigre, y el día, mucho, pero mucho tiempo después, en que supo que allí, en el Tigre, el Rama Negra intentaba preservar un secreto, a medias. Adelina me lo contó cientos de veces cuando aquí veníamos a matar el tiempo y se quedaba contemplando a la distancia esas islas con sus casitas sobre pilotes. Era lo primero que le venía a la mente. Yo también me extasiaba mirando esa costa de enfrente como si fuera algo difícil de alcanzar y me preguntaba qué habría allá, como si allá fuera un lugar mágico, revelador. Siempre que aquí veníamos la pregunta, tarde o temprano, comenzaba a acosarme. Nunca se me ocurrió viajar hasta esa franja verde en el horizonte: el temor a la desilusión y a que mis sueños se hicieran pedazos siempre me mantuvo a salvo.

Extracto de “Exequias” del libro Terra Australis (2006)

viernes, 12 de octubre de 2007

Barrenness

viernes, 5 de octubre de 2007

Un Hombre Puro de Corazón

Cuando Daniel era un chico sentía una extraña atracción por las películas del hombre lobo. Y siempre le ocurría que, en la peor parte, durante la transformación, llegaba a taparse parcialmente los ojos para no enfrentar el terror de lleno. Luego, a la noche, se iría a dormir a sabiendas de que tendría horribles pesadillas. Ya acostado, y en el silencio, repasaría la sentencia milenaria de John Talbot que versaba que incluso un hombre puro de corazón que dice sus oraciones a la noche, puede convertirse en lobo cuando florece el cornical y brilla la luna de otoño, y al terminar, lentamente, separaría los brazos de su cuerpo para ni siquiera tocarse en caso de que la maldición se hubiese apoderado de él.

La Banda de sonido por Evanescence (who sings like Hilén, my Love), Even in Death

El Hombre Lobo por antonomasia: Lon Chaney Jr (¿o J.L.B?)

jueves, 4 de octubre de 2007

Un Gallo Acomodaticio en la Pecera


versión en catalán por Pere Bessó

DANY CEREBRAL

Aigua
Nade en aquesta peixera que és el meu món
Hui
Tot cristal·lí
Tot lent
Tot és pausa i espera eterna
A voltes
Sé que al meu voltant
Per certa imatge breu
Esmunyint-se per algun cantó viu
Del meu ull estàtic
Els cossos s’agiten
Es commouen
S’angoixen
Regiren les seues cares
Davant de la meua
Buscant
una reacció
Una resposta lògica al seu món
Però ací, en aquesta peixera il·lusòria
La cosa és una altra cosa
Ni millor ni pitjor
Ja no hi ha inútils perquès
Ací, en aquesta peixera il·lusòria
L’any o el segon
Són estèrils companyies fonent-se
Ací, en aquesta peixera il·lusòria
La meua vida transcorre
Sense que el meu nou jo ho sàpia
Cristal·lina
Lenta
Pausa i espera eterna
Segura
Aliena a tot
Aliena àdhuc als meus desigs
Segura i aliena
Com al ventre d’una mare

© de la traducción Pere Bessó


DAÑO CEREBRAL

Agua
Nado en esta pecera que es mi mundo
Hoy
Todo cristalino
Todo lento
Todo es pausa y eterna espera
A veces
Sé que a mi alrededor
Por cierta imagen breve
Colándose por alguna esquina viva
De mi ojo estático
Los cuerpos se agitan
Se conmueven
Se angustian
Revuelven sus caras
Frente a la mía
Buscando
una reacción
Una respuesta lógica a su mundo
Pero aquí, en esta pecera ilusoria
La cosa es otra cosa
Ni mejor ni peor
Ya no hay inútiles porqués
Aquí, en esta pecera ilusoria
El año o el segundo
Son estériles compañías derritiéndose
Aquí, en esta pecera ilusoria
Mi vida transcurre
Sin que mi nuevo yo lo sepa
Cristalina
Lenta
Pausa y eterna espera
Segura
Ajena a todo
Ajena incluso a mis deseos
Segura y ajena
Como en el vientre de una madre

© Mario Gallo

de Poemas Larvarios