Silenciosa y misteriosamente, la vida de este Amigo entrañable durante estos últimos quince años, se apaga. Testigo de mis pensamientos y reflexiones más profundas o banales, actor involuntario de alguna que otra historia, condenado está a un último acto sublime en mi hogar. Pero quiero que sepas que no estás solo en este viaje. Ambos estamos a punto de formar parte del pasado.
miércoles, 18 de febrero de 2009
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