sábado, 4 de agosto de 2007

¡Bestia peluda!

Durante los noventa muchos nos deleitamos con las confusiones en las citas de nuestro entonces presidente el Dr. Carlos Menem, quien, en otro orden de cosas, estuvo diez años en el poder, al parecer, sin que nadie lo votara. A Menem, por ejemplo, le agradaba “Harry Porter”. Después, vino Chupete, quien no solo se equivocaba sino que perdía de buenas a primeras el sentido de orientación. Ahora, los “K”, los mejores alumnos en la era menemista, inauguran museos creando nuevas historias oficiales parcializadas o se abrazan, paradójicamente, con un dictador venezolano, sin importarles nada de su trayectoria o quién en realidad es. ¿Qué tiene todo esto que ver con la educación? A lo mejor, que saber ciertas cosas no son realmente importantes en la formación de una persona y que se puede de todos modos,en estos días, tener dinero, fama, poder, llegar a la cima, cualquier cima.

La educación en la Argentina es un tema urticante por donde se lo mire. Durante los últimos nueve años se ha venido discutiendo la eficiencia de la Ley Federal. Los trasnochados de siempre insisten con su fracaso. Yo no creo en los extremos. Los extremos son siempre malos, facilistas. Y esta formulación idiota muchas veces parte de personajes que conocen para beneficio propio el estatuto más que la materia que dictan o que intentan escapar de las aulas buscando a toda costa intrascendentes puestos jerárquicos u obsecuentes y redituables puestos políticos. Porque los problemas en la educación, algunos inmorales, siempre han existido mucho tiempo antes de sancionarse la ley. Me pregunto, ¿qué culpa tiene la ley cuando después de un acto de conmemoración por el 24 de marzo de 1976 varios alumnos al pedirles que expliquen lo que acaban de escuchar nos cuentan que ese día empezó el mundial de fútbol? ¿O qué culpa tiene la ley cuando después de una charla sobre educación sexual bajo el mismo método uno tenga que enterarse, no sin cierta mezcla de temor y asombro, que los hombres tenemos menstruación? ¿Usted qué cree? ¿O qué culpa tiene la ley cuando un docente pasa licencia por enfermedad y en realidad se va de viaje a Europa o Cuba? ¿La culpa realmente la tiene la ley? ¿La culpa la tienen los maestros que enseñan estas barbaridades? ¿La culpa la tiene el Banco Mundial? ¿Los padres irresponsables? ¿El aprendiz de mago Harry Potter? Bueno, no se ría, con la estrategia comercial que versaba que gracias a este libro los niños al menos leían, muchos maestros picaron el anzuelo, dejando de lado verdaderas obras de arte de autores nacionales y olvidándose repentinamente del argentinismo que hasta entonces pregonaban a los cuatro vientos. Además no todo lo que se lee es formador, más allá de las posturas y las polémicas. Si al menos pudieran leer la versión original, todavía, pero esto por ahora es realmente utópico. Es cierto: sin caer en viejos estereotipos podemos afirmar que la escuela de hoy ha cambiado con respecto a la que fue. La escuela sarmientina, con sus pro y sus contra, fue interesante porque fue la de la movilidad; en cambio, la escuela neoliberal es la del control social y más aún la del asistencialismo o la migaja desdeñosa. Por sobre todo hay que contener, y si aprenden, bueno, mucho mejor, pero contenga, usted contenga. Los alumnos esto lo perciben por sí mismos o arengados desde la casa. “No, yo zapatillas blancas no quiero: a mí me dan azules”o “¿No tiene biromes de las buenas?, los vi plantarse alguna vez a los futuros piqueteros con el convencimiento de que el sistema está para servirles.

Pero en realidad quería compartir con usted otra cosa. ¿Quiere saber lo que saben algunos alumnos en algunas aulas argentinas? En el periódico Derecho Viejo (abril 2005) de la zona oeste descubrí un artículo titulado Empezaron las clases y que puede hacer el milagro en esta Argentina devastada de que usted ría... o, por el contrario, que siga llorando como un loco o una loca. A continuación estará en presencia de respuestas reales de alumnos reales en exámenes reales. Pero, por favor, no se descuide. Es muy probable que entre todos ellos esté el futuro presidente o, mucho peor desde mi punto de vista, quien tenga que verificarle los frenos a su auto en las próximas vacaciones o realizarle un día de estos su impostergable by pass. Ahí van los temas y las respuestas y... ¡Feliz domingo para todos!

Barroco: Estilo de casas hechas de barro.

Holanda: En Holanda de cada cuatro habitantes, uno es vaca.

El anarquismo: Es una ideología racional y astringente.

Esqueleto de la pantorrilla: Está formado por el hueso más largo del cuerpo, que es el fémur, que va desde el omoplato hasta la rótula.

Ejemplo de gallinácea que no sea la gallina: El pollo.

El cerebro: Las ideas, después de hablar, van al cerebro.

Anfibios: La rana tiene una hendidura cloacal, por la cual lanza el típico sonido “cloac”, “cloac”.

División de los moluscos: Gasterópodos, bivalvos y simios.

Productos volcánicos: Las bombas atómicas.

Antibióticos: El alcohol, algodón y agua oxigenada.

¿Qué es la atmósfera? La atmósfera es el sitio donde se encuentran los procesos atmosféricos como las nubes. En esta parte se producen los rayos sísmicos, que son aquellos que producen los terremotos y el temblamiento de la tierra.

Movimientos del corazón: De rotación alrededor de sí mismo y de traslación alrededor del cuerpo.

Movimientos del corazón (otra): El corazón siempre está en movimiento, sólo está parado en los cadáveres.

Partes del insecto: Son tres: insecto.

Derivados de la leche: La vaca y el arroz con leche.

Estimulantes del sistema nervioso: El café, el tabaco y las mujeres.

Medir el segundo verso escrito en la pizarra: En el encerrado unos 75 centímetros, en el papel más o menos una cuarta (lo digo aproximado porque no me he traído el metro).

El Cid: Quiso armarse caballero y se buscó un aldeano llamado Sancho Panza y se fue por esos mundos.

Círculo: Es una línea pegada por los dos extremos formando un redondel.

Los hebreos: Son aquellos que toman mucho y están siempre borrachos.



Nota: La señales son gentileza de la revista literaria La Avispa en su avispero de Mar del Plata.

2 comentarios:

Avesdelcielo dijo...

Para mi salud mental, para poder seguir viviendo con mis ideales y sueños no puedo , o no quiero creer que las respuestas son reales. ¿ Reales? Es que sino pienso que los chicos de hoy no tienen sagacidad, por lo menos. Si vivimos una sociedad de control y de ruido vacío y estéril, la educación es hija de esta situación.
Bueno, ahora no sé si soy excpetica o ilusa.
Saludos, Mario.
MARITA RAGOZZA

Marta Sepúlveda Góngora dijo...

A veces mi querido Mario, no se puede ver claro a quien es que hay que educar, o quien fianlmente educa a quien.
En todo caso es saludable leerte y pensar.