En el mundo de la creación literaria veo cada vez más pavos reales. Casi nadie quiere ser opaco gorrión o chingolo. La vanidad los cautiva y a fuego lento los corrompe. Lo peor, es que no entienden que semejante disfraz en un ámbito tan despiadado puede volverse en contra.
1 comentario:
Se la creen, Mario, se la creen. N sirve.
MARITA RAGOZZA
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