El cementerio de La Loma en Mar del Plata, provincia de Buenos Aires, Argentina, es el más antiguo del lugar. Poca información hay al respecto; incluso en la venerada Internet. Estas cosas suelen suceder más allá de Terra Australis, donde la desaprensión y la barbarie se han acentuado con los años. Cualquier dato que puedan acercar para enaltecer este artículo, será bienvenido. En otro orden de cosas, les sugiero a mis distinguidos visitantes que, durante este recorrido poético-arquitectónico, pinchen sobre las imágenes para poder así disfrutar con más intensidad de las mismas o encontrar "detalles" o "apariciones" imposibles de apreciar a simple vista.
Cada existencia es un drama, y no habría novela tan tierna ni tragedia tan pavorosa como la que encierra bajo sus tapas de mármol cada uno de esos sepulcros. Cada uno de los que lo visitan sigue el hilo de su propia vida...
Domingo F. Sarmiento, "El Día de los Muertos",
El Debate, 4/12/1885
Obtuvo fama y honores
pero no fue feliz.
(...) No pudo modificar nada
con su poesía.
Nadie comprendió
su mensaje desesperado.
Antonio
Aliberti,
Epitafio sobre la tumba del Poeta"No vuelvas, hija -le escribieron-,
sigue tu vida lejos,
piénsanos.
¡Si nos vieras (es letra de papá):
somos una calle que se pierde a lo lejos;
nos vamos reduciendo;
ya nos gana el vacío...!
Antonio
Aliberti,
La muerte en Casa
Aquí -ves-, un día
se detuvo ella a pensar en ti.
De sus poros brotaba tu nombre como un rezo,
murmullos de ángeles se trenzaban en el aire.
(Ningún atisbo hoy.
Un croar de ranas a lo lejos.)
Antonio
Aliberti,
El Desamor¡Olvido, olvido!
¡Conoces bien
tu oficio de gusano!
Antonio
Aliberti,
El DesamorLevantarse y seguir el rito de los vivos
no significa estar vivos:
muertos se ven por las calles a montones,
muertos que mueven sus brazos
como valientes guerreros,
en sus caras el signo de la íntima pregunta
que nadie responderá.
Antonio
Aliberti,
Los MuertosCúantas flores nuevas
le han nacido a la pared que separa
mi casa de mis ansias...,
tantas que ya me voy sintiendo
un extraño en mis dominios,
un gato hambriento
rondando los techos aledaños.
Antonio
Aliberti,
La canción Se dice que en Ulthar, que se encuentra más allá del río Skai, ningún hombre puede matar a un gato; y ciertamente lo puedo creer mientras contemplo a aquel que descansa ronroneando frente al fuego. Porque el gato es críptico, y cercano a aquellas cosas extrañas que el hombre no puede ver. Es el alma del antiguo Egipto, y el portador de historias de ciudades olvidadas en Meroe y Ophir. Es pariente de los señores de la selva, y heredero de los secretos de la remota y siniestra África. La Esfinge es su prima, y él habla su idioma; pero es más antiguo que la Esfinge y recuerda aquello que ella ha olvidado.
Howard Phillips Lovecraft, "Los gatos de Ulthar"
Costó tanto aprender algunas cosas,
casi se nos fue la vida
en eso.
Antonio
Aliberti,
Aprendizaje
Fotos © Mario Gallo